En el Mundo del packaging, es muy fácil confundir éstas palabras. A continuación te explicamos de una forma breve y sencilla las diferencias o puntos en común de cada uno de ellos:

ENVASE
Definiremos el envase como un objeto que contiene o guarda un producto líquido, sólido, granulado, cremoso y en polvo. Además de protegerlo y estar en contacto directo, facilita su transporte y su comercialización.
Se conoce también como “embalaje primario” y un ejemplo sería el plástico que envuelve las galletas o el vidrio para contener las bebidas como por ejemplo la cerveza.
Cualquier recipiente, lata o envoltura propia que contenga directamente un producto lo llamaríamos envase. Asimismo, es importante que sepas que un buen envase debe identificar bien el producto, protegerlo cumpliendo siempre con las normativas y legislaciones vigentes y respetando siempre al medio ambiente.
EMPAQUE
El empaque o “embalaje secundario” es el encargado de vestir y contener el envase que hemos descrito hace un momento. Tiene como función principal exhibir, identificar y facilitar la venta y/o uso del producto dándole una buena imagen visual y distinguiéndola de los productos de la competencia.
Un buen ejemplo de packaging sería la caja plegadiza de la bolsa de galletas o de las botellas de cerveza.
EMBALAJE
Finalmente hablaríamos del “embalaje terciario” cuya única función es la de almacenar, proteger, conservar y transportar varias unidades del mismo producto en grandes cantidades. Sería, pues, la caja externa o envoltura que protege las cajas de galletas / botellas de cerveza para su transporte, manejo, carga o descarga.
En resumen, la mayoría de productos se envasan en botellas, frascos, etc. (envases), para su identificación se colocan en cajas impresas (empaque) y en el momento de transportar, se embalan y se precintan en cajas de cartón paletizadas de gran resistencia (embalaje).
Fuente: Envasados a terceros
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